viernes, 30 de diciembre de 2011

Flores y deseos para el 2012

FLORES
Las flores para el 2012 no son mías, no están en casa, sino en las de ustedes. Ustedes me las enviaron. Mi imagen del 2011 es esta. Refleja todo el afecto, el cariño y la amistad que he encontrado a través del blog. Gracias.
DESEOS
Si me miro el ombligo sólo puedo decir que para el próximo año mi deseo es quedarme como estoy. Tengo salud, tengo los recursos suficientes para vivir y tengo afectos que me llenan. Pero, sobre todo, tengo a quien me quita las penas. ¿Qué más puedo pedir?
Sí, puedo pedir mucho más. Porque intento no mirarme el ombligo más de lo necesario y sé que mi felicidad depende de la de los demás, voy a pedir más cosas.
Que seamos realistas, que no nos autoengañemos sobre cómo somos, qué hacemos, cómo funcionan las cosas.
Que no asumamos culpas ajenas. Las crisis no las producimos ni tú ni yo, no somos responsables, somos víctimas de sistemas injustos y de gente sin escrúpulos. No nos olvidemos.
Que valoremos más el conocimiento. El conocimiento que aleja las supersticiones, que nos motiva, que nos permite explicar qué sucede fuera y dentro de nosotros. El conocimiento que nos hace más felices. Ese conocimiento que dinamitan los gobiernos cuando no invierten dinero en investigación. 
Que no nos callen. Ni en el trabajo, ni en la familia, ni en el grupo de amigos, ni en la calle, ni en la comunidad de vecinos. Pero hablemos con juicio, con mesura y con razones, sobre todo, con razones.
Que no nos inmunicemos a la injusticia ni soportemos la desigualdad. Congelar el salario mínimo interprofesional es atacar a los que menos tienen. Y no me vale que me digas que algunos no tienen ni eso. No me cites a Calderón de la Barca y su historia del sabio que, lamentándose por alimentarse de hierbas, vio como otro sabio que lo seguía recogía las que él tiraba. Nadie debe recibir migajas. La desigualdad no es necesaria.
Que los afectos no nos cieguen la razón. 
Que no mueran más mujeres a manos de la violencia de aquellos que se creen mejores y son unos mierdas.
Que todos podamos tener la mejor sanidad, la mejor educación, la mejor justicia, los mejores servicios públicos. 
Que todos podamos tener trabajo.
Yo sería mucho más feliz en un mundo así y tú también. Esos son mis deseos para el 2012. Difíciles, lo sé, casi un cuento de hadas, pero yo no voy a desistir. 
¿Qué mundo prefieres? ¿Este, en el que (aparte de ser una canción preciosa) puedes sustituir siglo XX por siglo XXI?



¿O este?

Ojalá ni tú ni yo ni quienes nos rodean nos salvemos en el 2012 

jueves, 29 de diciembre de 2011

¡Ya llegó, mi cajita feliz ya llegó!

Mi entrada de hoy no es sobre decoración. De hecho, no pensaba hacer ninguna entrada hasta mañana, porque estos días hemos tenido mucho trabajo con el suelo del comedor. Pero, finalmente, la polilla ha sido expulsada de esta casa. Me desperté hoy estrenando parquet nuevo cuando los Reyes (bueno, sólo uno, con el uniforme de correos) llamó al timbre con un paquete en la mano. Así que hoy, día de los inocentes, han llegado regalos (¿nadie vendrá luego a decirme que es una broma, verdad?). Regalos desde Argentina, de mi amiga Eli, mi compañera del intercambio organizado por Paula y Marga.
Esta es la cajita y su contenido:


Cada paquete venía con sellitos de corazones y con un pin.



 Esta es una foto del conjunto ¡Viste cuántos hay!

 Un precioso marca-páginas

 En este paquete había un montón de cosas: tres anillos, una lima arco iris, unas cuentas de papel (¿recuerdas cuando Eli habló de ellas en su blog? dentro de una preciosa cajita y un adorno de Navidad. Todo lindísimo.

 Los anillos me quedaban muy bien y la lima la necesito urgentemente porque las manos han quedado muy perjudicadas después de lijar y pintar los zócalos en el cambio del parquet.




 En otro paquete venían estas dos telas que ya estoy pensando cómo usar.

 Eli me contó en su carta que, desconfiada de la aduana argentina, sustituyó lo dulce por este conjunto de cuaderno, marcador, bolígrafo y resaltador ¿Cómo pudo saber ella que no se me puede dejar sola en una papelería? Adoro estas cosas.


 Y en esta bonita bolsa venía esto:


 ¿No sabes qué es? Ahora te lo muestro. ¿Recuerdas aquella entrada del blog de Eli donde hablaba de un cuaderno de recuerdos con scrapbooking? Pues aquí está. Personalizado.





Y muchas hojas más para que yo siga poniendo mis recuerdos


 Y una preciosa carta con una bolsita de su té preferido, cuya bolsita incorporaré al cuaderno (idea de Eli que yo hago mía)


Y una tarjeta de Navidad que ya está junto al árbol


¿A que mi reina maga me envió un montón de cosas preciosas? Muchas gracias, Eli, por el cariño que has puesto en todos los detalles y gracias a Paula y a Margarita por organizarlo. Ha sido una buenísima experiencia.

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Felicitaciones!

Mi entrada de este viernes trae felicitaciones.
Hoy es el cumpleaños de Eli de Zapallos en almíbar a la que le deseo que los planetas se le alineen aunque sea estas veinticuatro horas (y que se queden así siempre, claro), para que pase un cumpleaños tranquilo y feliz.


Y a tod@s los que pasan por este blog les deseo unas 
¡Felices fiestas y feliz año nuevo con flores!



miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Cuál es la medida de todas las cosas?

Aunque lo parezca esta entrada no va de operaciones matemáticas. Viví en un piso de 120 metros cuadrados. En otro de 55. En uno de 27. Sí, leíste bien, 27. Ahora vivo en uno de 60. ¿Qué es un piso grande o un piso pequeño? Sin querer emular las lecciones de Barrio Sésamo sobre la diferencia entre lejos y cerca, alto y bajo, grande y pequeño, me pregunto qué criterio se usa para decir que algo es pequeño. Un criterio objetivo podría ser el número de personas que comparten el espacio. Y si es ese, el piso de 120 metros cuadrados era más pequeño que el de 27, porque en aquel éramos seis y en el de 27 vivía sola (e incluso lo compartí y nos llevábamos tan bien...). Pero no me parece que ese sea el criterio que se utiliza. 
Buscando en la red pisos pequeños me encontré con estos dos que me parecen enormes. No sé qué criterio estoy usando si el de la que vivió sola en 27 metros cuadrados, con otras 5 personas en 120, o con mi chico en 60.
Caso I











Visto aquí

Caso II





Visto aquí
Si estos son pequeños, entonces, yo vivo en Liliput. ¡Y tan feliz!

martes, 20 de diciembre de 2011

La casita

'La casita' es el nombre de un restaurante-cafetería que abrió hace unos pocos meses en el centro de Santa Cruz de Tenerife (más exactamente, Calle Jesús Nazareno, 14). Mi sobrina Vicky, asidua clienta en desayunos, almuerzos, meriendas y cenas me había recitado las bondades de este local. De hecho lo conocí a través de una nota que Vicky puso en su facebook. Con mucha curiosidad por las buenas críticas, decidí ir, previa explicación de la dirección. Me perdí (¡qué raro!), no porque sea difícil de encontrar sino porque es difícil para mí encontrar cualquier lugar. Así que tras una llamada de teléfono a Vicky que me fue indicando el camino en tiempo real, tal cual GPS, llegué. Y ¿qué me encontré? Esto:


Pero, por la mañana, a las 11:00, hora del café. Es decir, esto:



Para que entiendas qué son esos bastones de 'falso' caramelo, añado esta otra foto, donde se ve al autor que materializó la idea de una de las dueñas de la tienda. 

El relato completo de tal intervención navideña en el mobiliario urbano lo puedes leer aquí.

La casita ocupa las dos plantas (baja y alta) de una casa antigua, incluida la azotea. La decoración es muy sencilla, con muchos objetos vintage, antiguos marcos que ahora son pizarras, fotos antiguas enmarcadas. Mobiliario y lámparas antiguas... Al entrar, a la derecha, encuentras dos mesas que sirven de expositor de tartas, cup-cakes, chocolates que tienen a la venta... En las paredes, estanterías con libros, latas antiguas, un reloj rosa de cuco, ciervos de papel... un montón de detalles que compiten con la oferta culinaria en la demanda de tu atención.

Y estas son las fotos del interior. Las he tomado de su página de Facebook, así que verás diferentes momentos del poco tiempo que llevan funcionando.


















Y ahora prepárate para salivar








¿Había dicho que me pareció muy recomendable?