FLORES
Las flores para el 2012 no son mías, no están en casa, sino en las de ustedes. Ustedes me las enviaron. Mi imagen del 2011 es esta. Refleja todo el afecto, el cariño y la amistad que he encontrado a través del blog. Gracias.
DESEOS
Si me miro el ombligo sólo puedo decir que para el próximo año mi deseo es quedarme como estoy. Tengo salud, tengo los recursos suficientes para vivir y tengo afectos que me llenan. Pero, sobre todo, tengo a quien me quita las penas. ¿Qué más puedo pedir?
Sí, puedo pedir mucho más. Porque intento no mirarme el ombligo más de lo necesario y sé que mi felicidad depende de la de los demás, voy a pedir más cosas.
Que seamos realistas, que no nos autoengañemos sobre cómo somos, qué hacemos, cómo funcionan las cosas.
Que no asumamos culpas ajenas. Las crisis no las producimos ni tú ni yo, no somos responsables, somos víctimas de sistemas injustos y de gente sin escrúpulos. No nos olvidemos.
Que valoremos más el conocimiento. El conocimiento que aleja las supersticiones, que nos motiva, que nos permite explicar qué sucede fuera y dentro de nosotros. El conocimiento que nos hace más felices. Ese conocimiento que dinamitan los gobiernos cuando no invierten dinero en investigación.
Que no nos callen. Ni en el trabajo, ni en la familia, ni en el grupo de amigos, ni en la calle, ni en la comunidad de vecinos. Pero hablemos con juicio, con mesura y con razones, sobre todo, con razones.
Que no nos inmunicemos a la injusticia ni soportemos la desigualdad. Congelar el salario mínimo interprofesional es atacar a los que menos tienen. Y no me vale que me digas que algunos no tienen ni eso. No me cites a Calderón de la Barca y su historia del sabio que, lamentándose por alimentarse de hierbas, vio como otro sabio que lo seguía recogía las que él tiraba. Nadie debe recibir migajas. La desigualdad no es necesaria.
Que los afectos no nos cieguen la razón.
Que no mueran más mujeres a manos de la violencia de aquellos que se creen mejores y son unos mierdas.
Que todos podamos tener la mejor sanidad, la mejor educación, la mejor justicia, los mejores servicios públicos.
Que todos podamos tener trabajo.
Yo sería mucho más feliz en un mundo así y tú también. Esos son mis deseos para el 2012. Difíciles, lo sé, casi un cuento de hadas, pero yo no voy a desistir.
¿Qué mundo prefieres? ¿Este, en el que (aparte de ser una canción preciosa) puedes sustituir siglo XX por siglo XXI?
¿O este?
Ojalá ni tú ni yo ni quienes nos rodean nos salvemos en el 2012