martes, 25 de marzo de 2014

El piso prometido

Esto de tener un blog es un fastidio a veces. Hoy es una de esas veces. Sabía que había pasado mucho tiempo desde que compré dos muebles de segunda mano que estaban destinados a un piso al que voy algunos fines de semana. Pero acabo de ser consciente (gracias o por culpa del blog) de que eso fue en ¡diciembre del 2012! ¿Qué ha pasado en todos estos meses? Prefiero no pensarlo, así que, siguiendo lo que aparece en el blog intentaré reconstruirlo.
Como las retrospectivas pueden llegar a aburrir mucho: lo resumiré en una serie de números: 1. Compré dos muebles: uno horrible y otro precioso aquí. 2) Puse fotos del horrible y de cómo iba cambiando con la intervención: aquí y aquí. Del precioso nunca puse fotos, pero podré mostrar como era porque sigue igual que cuando lo compré (no le he hecho nada todavía). 3) El piso donde iban a colocarse sufrió algunos percances, roturas de cañerías, humedades provocadas por el baño de un vecinos, cocina nueva, pereza de los dueños, ... en fin, una larga lista de calamidades de las que creo que ya se ha recuperado. Antes era así, luego pasó una mala época (aquí) y ahora ya está casi terminado. El ave fénix está renaciendo. Así que hoy mostraré las fotos que tanto he prometido. 












Este es el mueble del que no había puesto fotos. Es un aparador de los años 60 (creo) de madera de teka. En la izquierda tiene una puerta que se abre hacia abajo y dentro hay un estante a modo de mueble bar. Me gustaría lijarlo y barnizarlo, pero con esa veta tan bonita no voy a cambiarle el color. Lo mejor fue el precio al que lo compré: 15 euros. 



Este espejo venía con el taquillón que está en la cocina. No es de madera, sino de resina, pero estaba en muy buenas condiciones. 
Todavía queda mucho trabajo. El dormitorio y el cuarto de estudio tienen que mejorar y las plantas tienen que volver a aparecer en la terraza. Tardará mucho, pero, lo importante no es el tiempo que pasa, sino como disfrutamos el proceso.